" Recompra de diamantes con Obagem: tasación experta y transacción segura

La historia de GIA está estrechamente ligada a la de su fundador, Robert M. Shipley. En los años veinte, mientras el mundo estaba sumido en la Gran Depresión, un joyero cualquiera, carente de conocimientos sobre joyería, se propuso mejorar el clima de confianza que reinaba en el sector de las piedras preciosas. Tras varios fracasos empresariales y un matrimonio roto, se divorció de su mujer, lo dejó todo y se marchó a Europa. Allí conoció a Beatrice, su futura esposa, que le presentó a gente y le consiguió un trabajo como profesor en un museo. Instalado en París y todavía tan apasionado como siempre por las piedras preciosas, empezó a seguir cursos de gemología por correspondencia en la Asociación Nacional de Orfebres de Gran Bretaña. Tras adquirir sólidos conocimientos de gemología, regresó a Los Ángeles en 1930 y comenzó a compartir sus conocimientos enseñando a los joyeros en el Instituto Gemológico de Los Ángeles, que él mismo había fundado. Se asoció con algunos de ellos para crear un gremio nacional de expertos en gemas. En 1931, inauguró el primer laboratorio de análisis de diamantes del GIA. A partir de entonces, la profesión de joyero se formalizó, la gemología se convirtió legítimamente en una ciencia reconocida y se estableció la certificación gemológica. A lo largo de los años, el GIA ha contribuido en gran medida al desarrollo del sector con la fabricación de la lupa aplanática, el microscopio gemológico y muchos otros aparatos y sistemas para analizar las cualidades y la integridad de un diamante.